sábado, 15 de octubre de 2011

Almacenamiento de la cerveza

Para evitar el calor y la contaminación lumínica, guarda la cerveza en un lugar seco y oscuro donde haya una temperatura fría constante. De la misma forma que sucede con los alimentos, las bajas temperaturas ayudan a conservar la cerveza.


Así pues, de ser posible lo ideal sería contar con una bodega, pero un frigorífico es la mejor alternativa. Después de todo, siempre se puede calentar rápidamente una cerveza, pero cuesta mucho volver a enfriarla. Sin embargo, el frigorífico no es el lugar adecuado para una ale envejecida, ya que las bajas temperaturas detendrán el proceso de maduración y eliminarán el sabor.

Si tienes intención de guardarla y dejarla que madure durante mucho tiempo, mantén la botella de pie. Con eso, no sólo te asegurarás de que los sedimentos permanezcan en la base de la botella, sino que también reducirás la superficie en la que podría producirse la oxidación por contacto con el aire que hay dentro de la botella.

Hay muchos amantes de la cerveza que sugieren que, al igual que el vino, es mejor tumbar al cerveza, pero hay pocas pruebas que apoyen esta afirmación. Aunque una cerveza esté cerrada con un tapón, no hay verdadera necesidad de ponerla de costado, ya que actualmente hay muchos pocos tapones de cerveza que tiendan a encogerse (como ocurre con el vino), especialmente durante un periodo de 10 años, que es el tiempo máximo que suele estar la cerveza madurando.

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