Éste es el legado líquido de la India del siglo XVIII, donde siempre hacía calor y los emigrantes británicos estaban ansiosos por tomarse una pinta.
Un cervecero londinense, George Hodgson, creo la India pale ale (IPA), una cerveza hecha a medida, capaz de conservarse durante el tiempo que se tarda en rodear el cabo de Buena Esperanza. Desarrolló su agresiva personalidad a partir de una serie de ingredientes que incluían mucho alcohol y grandes cantidades de lúpulo: ambos armados con capacidad conservarse para poder sobrevivir al largo trayecto que existe desde Burton-on-Trent, en Inglaterra, hasta Calcuta, en India.
Este estilo disfruta de una importante renacimiento en Estados Unidos, especialmente en la costa oeste, donde está teniendo lugar una frenética carrera armamentística de IBU (unidades internacionales de amargor) y muchas ale con gran contenido de lúpulo están disfrutando de una gran popularidad. La mayor parte de las IPA británicas contemporáneas son simples imitaciones de las originales.
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